sábado, 31 de mayo de 2008

"Zanz kant danz"

MANAGERS Y PRENSAS 3

Después de la presentación acerca de qué se trataba esta sección, damos el puntapié inicial con una conocida historia de afuera del país (por si creían que todas estas cuestiones pasan solamente en Argentina).
La historia en cuestión se genera a partir de la disputa producida entre John Fogerty -foto-, cantante y compositor de la grandiosa banda Creedence Clearwater Revival, y su antiguo manager Saul Zaentz, dueño de la discográfica Fantasy Records que gracias a dicho paso grupo de ser una pequeña compañía independiente a ser uno de los grandes sellos musicales.

¿Cómo lo logró? Resultó ser que el por entonces adolescente e inexperto John, allá por los comienzos de la banda, firmó un contrato en el cual no podía cantar por fuera de la compañía. En 1972, cuando decidió ser solista luego de la disolución del grupo, tuvo que recurrir a ciertas negociaciones con su ex discográfica, pero aquella vieja firma lo condenó, y para poder escapar de las garras tuvo que ceder los derechos de autor de todos los éxitos de su autoría grabados con Creedence.

Claro, a partir de entonces Fantasy Records no paró de editar compilados, llevándose todo el dinero de las regalías, agigantando su poder hasta llegar a tener en sus filas a grandes músicos, e incluso su director Zaentz se convirtió en productor cinematográfico de películas como “Amadeus” y “El Paciente inglés” (también tiene los derechos de “El señor de los Anillos” que adquirió en 1977, y por los cuales se llenó de guita cuando salieron las películas -foto-, demostrando que el tipo es bastante ligerito). Pero la cosa no quedó ahí, ya que cuando Fogerty editó su segundo disco solista en 1975 fue acusado por sus “antiguos dueños” de tener un sonido muy parecido a Creedence, y de ¡plagiarse a sí mismo!

El cantante ganó la disputa, pero se hartó de tanta mugre dentro del negocio musical y se retiró hasta 1985, año en que volvió con todo, editando una canción que se llamaba "Zanz kant danz" (luego cambiada a "Vanz kant danz"), donde tildaba de cerdo avaro al director de Fantasy y rezaba: “Zaentz no sabe bailar, pero se robará tu dinero”. Al tipo no le gustó y lo demandó una vez más por autoplagio: la canción solista llamada “The old man down the road” era acusada de ser “parecida” al antiguo tema de Creedence llamado “Run Through The Jungle”. Dos temas propios de Fogerty estaban en disputa, pero el caso Fogerty vs. Fogerty fue ganado una vez más por el cantante, quien se presentó con su guitarra en el juicio aludiendo que él toca de una forma y no puede cambiar la manera de hacerlo (en todo caso acá a muchos se los podría acusar de algo parecido). El ex Creedence no se quedó quieto y reclamó los costos del juicio en cuestión.

A partir de ahí, una vez más Fogerty desapareció de los grandes escenarios una vez más, e incluso en 1993 se negó a asistir a la ceremonia de inserción de Creedence en el Salón de la Fama para no cruzarse con sus ex compañeros Doug Clifford y Stu Cook (su hermano Tom Fogerty había fallecido en 1990), quienes respaldaron a Saul Zaentz en sus demandas y también giraron por el mundo cantando las canciones de su vieja banda bajo el nombre de Creedence Clearwater Revisited.

En 1997, John regresó a las pistas, sacó un disco con temas de Creedence y ya nadie se atrevió a colocarle piedras en el camino. Incluso en 2004 Zaentz vendió la compañía a Concord Music, y al año siguiente volvió el dúo Fogerty-Fantasy Records, pero ahora con todos los derechos de autor cobrados por el verdadero compositor, quien se lo mereció desde siempre.

jueves, 22 de mayo de 2008

Visión de la prensa por Jorge Drexler

ACTUALIDAD

Tal vez algunos no estén de acuerdo en catalogarlo como rockero a Jorge Drexler, pero me parece que ha pasado por bastantes situaciones en las que actuó como tal. Probablemente el suceso más masivo y recordado haya sido lo que le sucedió en la entrega de los premios Oscar del año 2005, cuando ganó la estatuilla por su canción "Al otro lado del río", incluida en la película Diarios de Motocicleta.

Lo anecdótico de aquella vez fue que los organizadores no aceptaron que la figura "no vendible" de Drexler fuese digna de cantar en vivo ante tantas estrellas su canción, por lo que se decidió por una interpretación bochornosa de Antonio Banderas, acompañado del estadounidense, perdón mexicano, Carlos Santana, firuleteando sin sentido e interés con su guitarra. Inolvidable fue la cara de Drexler una vez terminada dicha interpretación, y más inolvidable fue su interpretación a capella de algunos versos de la canción cuando subió al escenario a recibir el premio, como diciendo "acá tienen putos, la canté de todas formas".

Bueno, una vez pasada la introducción, vamos a lo más actual, y al fin de este posteo, una declaración suya en una nota en el diario Clarín del día de hoy, cuando le preguntaron acerca de su opinión sobre la prensa:
"El círculo mediático es muy importante, pero es el más externo (...) Si fuera un genio no necesitaría hacer entrevistas, pero no soy ingenuo: sé que si desaparezco de los medios de difusión, poco a poco desaparezco también de las disquerías, y de la taquilla de los conciertos. Y uno canta para que lo escuchen."

Magnífica frase del uruguayo para sintetizar la vieja frase del mal necesario que suele ser la prensa para los músicos. Justamente hoy y mañana estará tocando en el Teatro Gran Rex, gran momento para brindar una nota en el gran diario argentino, y para demostrar lo cierta que es su frase recientemente citada.

martes, 6 de mayo de 2008

Los hipócritas nos hablan de moral...

POLEMICAS 6

El viernes 19 de agosto de 1994, el grupo de rock Las Pelotas salió en la primera de plana de todos los medios masivos, fue objeto de comentarios en los noticieros televisivos, e incluso también en los programas amarillistas que por ese entonces estaban comandados por Mauricio Goldfarb, más conocido por el seudónimo de Mauro Viale.

¿El disco “Máscaras de sal”, el cual había logrado ser disco de oro (1994) era un éxito arrolador? ¿La letra de “Capitán América” horrorizó a todos los capitalistas? No. La cuestión fue que Germán Daffunchio (guitarrista) y Alejandro Sokol (cantante) habían sido condenados por tenencia de drogas (se les encontró un gramo de cocaína) y su caso fue el primero en el país en el cual se utilizó la probation.

Entonces, en lugar de ser condenados, los músicos fueron conminados a brindar cuatro shows a beneficio antes de septiembre de 1995. En dos de esos recitales debían donar toda la recaudación, y los otros dos restantes tenían que ser actuados en instituciones públicas. Uno de ellos se dio en una cárcel de mujeres, y es lo único positivo que rescataron de esa experiencia. “Fue un garronazo, lo copado de la situación fue ir a tocar a la cárcel de mujeres para un montón de gente que esta encerrada y que ven al viento que pega en un árbol como una diversión”, declaraba Sokol.

Pero todo el resto fue negativo, especialmente por la carga mediática que tuvo la situación, y por el manejo totalmente despiadado que tuvieron los medios masivos. La prensa oficial cargó contra los músicos como si fueran unos delincuentes. Así lo recuerda Daffunchio: “Aquella fue una historia de mierda. Los medios utilizan lo que quieren y cuando quieren para sacar beneficios.”

Es que ese 19 de agosto la cosa llegó incluso hasta un chiste entre Mónica y César, por entonces conductores de Telenoche mientras presentaban la nota:
César: "¿Qué son Las Pelotas?".
Mónica: "No sé... un deporte".
César: "No, un grupo de rock que fue condenado a dar cuatro recitales a beneficio por tenencia de estupefacientes".


En una nota al Sí de Clarín realizada por Fernando García el 23 de septiembre de 1994, el guitarrista hacía su descargo de la situación: “Nosotros no nos metimos con nadie y, de golpe, todo el mundo se metió con nosotros. Nos hicieron cargo de cosas de las que todo el mundo sabe que nuestra sociedad está hasta el techo. En los círculos más altos y en las villas miseria también.” Y agregaba: “Pedimos discreción y no la hubo. Nadie reparó en que, detrás de la gran noticia, había tipos con hijos y vecinos. Al otro día, a las seis de la mañana, tenía a Mauro Viale en el teléfono gritándome: "Tenés que venir al canal a defenderte porque te van a destrozar". Llegaron a ofrecerme plata para que hiciéramos notas. Nosotros no le debemos explicaciones a nadie, excepto a nuestras familias (…) Tipos golpeando la puerta de la casa de mi vieja en Hurlingham... Una locura... ”.

Años más tarde, en una nota realizada por Pablo Navarro, Daffunchio recordaba: “No creo que lo hayamos tomado como una experiencia positiva. Esta es una sociedad muy hipócrita buscan chivos expiatorios todo el tiempo, para cargarles las culpas. Es la información que acostumbraron a la gente a consumir”.

“Lo que queremos decir al respecto ya está en las canciones”. Y así fue, y se notó claramente en la letra de la canción “Grasa de chancho”, escrita luego del incidente, y publicada en el disco “Amor Seco” del año 1995:

Grasa de chancho (Las Pelotas)

Lejos se ve la ciudad, purga pecados ajenos
huyen los pobres del campo, cuánto es la vida hecha de dolor.

Un buitre de anchas alas gira alrededor de la esperanza
entre el honor y la virtud los hipócritas nos hablan de moral.

Moscas que tienen dueño
moscas que tienen dueño.

Castigo a los culpables dicen los carteles en la puerta
nos habla un sacerdote, cuánto tiempo queda, cuánto valés vos.

Grasa de chancho tienen que comer
a ver si revientan de una buena vez...
Moscas que tienen dueño
moscas que tienen dueño.